JOSÉ IBORRA
La cibersalud ha revolucionado la forma en que se brinda atención médica en todo el mundo. En un informe reciente titulado “Scaling national e-helath: Best practices from around the world”, se exploran las estrategias exitosas implementadas en diversos países para aprovechar al máximo las tecnologías digitales en el ámbito de la salud.
Este documento, elaborado por la consultora global McKinsey’s Healthcare Practice, ofrece una visión detallada de cómo la cibersalud ha transformado los sistemas de atención médica y cómo otros países pueden seguir su ejemplo para mejorar la calidad y eficiencia de sus servicios de salud.
Según el análisis de las soluciones nacionales de cibersalud en los diferentes países de la Unión Europea, algunas inversiones no están generando las tasas de adopción deseadas. Un ejemplo de ello es Alemania donde menos del 1,5% de los registros de pacientes se han digitalizado desde que el país implementó su sistema de la Historia Clínica Electrónica (HCE) en 2021.
“En Alemania menos del 1,5% de los registros de pacientes se han digitalizado”
Este bajo nivel de adopción se ve agravado debido a que, pese que entre el 30% y el 40% de los profesionales sanitarios han instalado aplicaciones de HCE, solo entre el 2% y el 3% realmente las utilizan. Esto sugiere que hay barreras significativas que impiden el uso efectivo de estas tecnologías por parte de los profesionales de la salud.
El informe señala que aunque un diseño de usuario atractivo puede contribuir a una aplicación generalizada, ciertas acciones estratégicas dirigidas a introducir tecnologías y fomentar el uso de soluciones, facilitan más la adopción y una implementación exitosa. Estas acciones pueden agruparse en tres fases de implementación: configuración, ampliación y mejora de los beneficios.
Uno de los casos que destacan en el informe es Estonia, donde casi el 100% de las recetas emitidas son digitales y el 99% de los datos sanitarios se han integrado en el sistema de HCE. Este nivel de digitalización ha permitido una mayor eficiencia en la gestión de la información de salud, facilitando la coordinación entre los diferentes actores del sistema de salud y mejorando la calidad de la atención al paciente. Estonia se ha convertido en un referente en el uso de tecnologías de la información en el sector de la salud, demostrando que la cibersalud puede tener un impacto significativo en la prestación de servicios médicos.
Otro ejemplo destacado en el informe es el caso de Qatar, que ha desarrollado un plan integral para establecer un ecosistema de salud electrónico. Este plan incluye la implementación de una plataforma central que facilita el intercambio de información sanitaria a nivel nacional, permitiendo la comunicación entre los diferentes actores del sistema de salud, tanto públicos como privados. Esta iniciativa tiene como objetivo empoderar a los pacientes y mejorar la coordinación de la atención médica a través de soluciones personalizadas de salud electrónica.
“El informe subraya la relevancia de evaluar la viabilidad de las soluciones de cibersalud antes de su implementación”
El informe subraya la relevancia de evaluar la viabilidad de las soluciones de cibersalud antes de su implementación. Este proceso implica analizar si las soluciones propuestas son prácticas y sostenibles dentro del contexto actual del sistema de salud. Además, es esencial identificar las actualizaciones necesarias en infraestructuras, tecnologías y procesos para asegurar que la implementación no solo sea exitosa, sino también escalable, es decir, que pueda crecer y adaptarse a necesidades futuras sin perder eficacia.
Asimismo, el informe destaca la necesidad de elaborar un plan de acción detallado que abarque todo el ecosistema de cibersalud. Este plan debe identificar las acciones estratégicas más impactantes y necesarias para garantizar una implementación efectiva a nivel nacional.
Por último, los expertos afirman cómo el uso de análisis predictivos en iniciativas de salud pública, como el ‘Proyecto Smart Data’ de Chicago, ha permitido identificar riesgos y tomar medidas proactivas para proteger la salud de la población. Este enfoque basado en datos ha demostrado ser efectivo en la detección temprana de problemas de salud pública y en la prevención de enfermedades, mostrando el potencial de la cibersalud para mejorar la salud de las comunidades.
La adopción de soluciones de cibersalud no puede abordarse con una mentalidad única para todos. Es importante reconocer que la naturaleza diversa de los sistemas de salud, las infraestructuras tecnológicas, los contextos culturales y los entornos regulatorios requieren enfoques personalizados para cada entorno. Lo que puede funcionar perfectamente en un país puede encontrar desafíos o ineficiencias considerables en otro