El dispositivo dispondrá el uso de músculos artificiales suaves que poseen un funcionamiento más cercano al sentido del tacto humano.
Este nuevo avance científico representa un adelanto en el objetivo de hacer posible que los guantes sean utilizados en el futuro en ámbitos como la telemedicina, donde un paciente pueda ser examinado físicamente desde la distancia.
Para ello, los investigadores se dieron a la tarea de dotar a los guantes hápticos de un nuevo nivel de sensibilidad integrando músculos artificiales, denominados también dispositivos de estiramiento de la piel suave (SSD por sus siglas en inglés).
El funcionamiento de estos músculos artificiales está sustentado por la actuación de 3 elementos: micromotores, jeringas diminutas y presión hidráulica, los cuales funcionan como sensores tridimensionales que producen fuerza cuando son implantados en las puntas de los dedos del guante háptico.
Si una persona toma un objeto con los guantes, los sensores de fuerza tridimensionales miden esta interacción generando señales que son enviadas al guante háptico usado por otra persona para generar en este esa misma fuerza tridimensional, concentrándola en las puntas de sus dedos, de manera que pueda experimentar el sentido del tacto de la persona que toca el objeto.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]