La actual proliferación del uso de tecnologías y dispositivos móviles (mSalud) en el campo de la promoción de la salud y la prevención y/o el control de enfermedades hace necesario el diseño de marcos evaluativos que permitan conocer su aceptabilidad, factibilidad, usabilidad, validez, fiabilidad o sus potenciales efectos sobre variables de salud. Con este objetivo, la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña (AQuAs) ha publicado un informe para la Red de Agencias de Evaluación de Tecnología Sanitaria (RedETS) con el fin de proponer y contar con una herramienta para la evaluación de tecnologías sanitarias de mSalud.
Los autores del informe destacan que “la aplicación de estos marcos evaluativos a aplicaciones móviles es indispensable para pilotar su adecuación y viabilidad”. Se pretende ofrecer una herramienta de evaluación de la mSalud que tenga en cuenta aquellos dominios y criterios relevantes para este tipo de tecnología. El informe y la herramienta están pensados para que sean utilizados por los evaluadores, incluyendo, entre otros, las agencias de evaluación de tecnologías sanitarias, proveedores y gestores de centros hospitalarios.
En este sentido, se señala que actualmente existen diferentes marcos y herramientas o instrumentos evaluativos de estas aplicaciones, aunque normalmente la evaluación suele ser parcial o solo tiene en cuenta determinados dominios. Por ello, se considera que “tanto el marco de evaluación como la herramienta específica deben ser el apoyo al proceso de evaluación de los sistemas y plataformas de mSalud y ayudar al ecosistema de la mSalud y a los agentes clave en la toma de decisiones informadas cuando desarrollen, integren, seleccionen, recomienden o adopten soluciones de mSalud. Básicamente, se trataría de identificar aquellas soluciones que aporten valor a los pacientes, a los profesionales sanitarios y/o al sistema de salud.
Formato y aplicabilidad de la herramienta propuesta
El informe prevé que la herramienta de evaluación deba estar disponible en diferentes formatos, siguiendo las recomendaciones y sugerencias de los expertos y agencias participantes en el proceso, grupos focales, el taller realizado, otras agencias de la RedETS así como las revisiones externas realizadas.
Por un lado en formato papel, herramienta que debería estar disponible en Pdf o Word, descargable por las agencias y con la posibilidad de imprimirla para su consulta. Y, además, en formato web, que contará con un link de acceso a la herramienta donde sea posible la evaluación de cada criterio desde internet y con la opción de guardar la evaluación realizada.
Los autores señalan en el informe que la herramienta pretende ofrecer a las diferentes agencias de evaluación de tecnologías sanitarias del territorio español una guía común para la evaluación de las tecnologías de mSalud que se pretendan evaluar para diferentes intereses nacionales o regionales. Estos pueden incluir, entre otros: apoyar la toma de decisiones relacionadas con su incorporación (o no) en el sistema sanitario, presentar un listado con los resultados de las evaluaciones a disposición de profesionales e instituciones sanitarias, ofrecer un análisis cualitativo de evaluación por dimensiones a aquellas apps que ya hayan pasado por un proceso de certificación, en las comunidades autónomas donde existan estas certificaciones, como por ejemplo Cataluña.
Se destaca que el objetivo concreto es informar sobre las diferencias entre las apps que ya han superado dicho criterio de certificación, distinguiéndolas por la evaluación de cada una de las dimensiones y pudiendo adaptar la prescripción a las características y necesidades del paciente y su organización, así como con el profesional prescriptor.
Por otro lado, señalan en el informe que el listado consensuado de dominios y criterios que constituyen la herramienta desarrollada puede ofrecer un listado de verificación a aquellas empresas tecnológicas nacionales y desarrolladores de apps a la hora de crear una aplicación de mSalud y para tener en cuenta todos aquellos aspectos que son importantes de incluir y a través de los cuales la app será evaluada en un futuro.
Acciones futuras a desarrollar
El informe señala las acciones futuras que deben realizarse y, además, refieren la necesidad de llevar a cabo pilotajes adicionales de la herramienta con el objetivo de verificarla con aplicaciones de diferentes temáticas, usuarios diana, nivel de riesgo asociado a la app, indicaciones, etc. Y, por último, elaborar modificaciones y recomendaciones en función de los resultados obtenidos en los pilotajes.
En especial, destacan el sistema de evaluación de cada criterio, que puede depender de la información que se obtenga con el uso propio de la app, de la información que aporte el peticionario de la evaluación, o de la información adicional que se pida a la empresa u organización desarrolladora para una completa y correcta evaluación de cada criterio.
Respecto a las acciones futuras el informe apunta que es necesario difundir la herramienta y explorar aquellos dominios que son importantes para los usuarios en la evaluación de la mSalud. Esta exploración, explican los autores, podría ayudar a definir una herramienta que podrían utilizar los usuarios de apps de salud para valorar las aplicaciones que han utilizado, ofreciendo una evaluación rápida y visual. Los propios usuarios crearían su evaluación de las apps de mSalud, tanto para informar a potenciales futuros usuarios en su elección, como para complementar la toma de decisiones del profesional a la hora de prescribir una app a un paciente.
En el proceso de creación de la herramienta, el equipo investigador ha intentado tener en cuenta las opiniones, experiencias y visiones de los principales agentes clave en la utilización de las soluciones de mSalud, entre ellos, desarrolladores, profesionales sanitarios, gestores, técnicos evaluadores de tecnologías sanitarias, pacientes y población general. En este sentido, se planteó una metodología mixta (revisión de la literatura, grupos focales y metodología Delphi) para, por un lado, dar la oportunidad de añadir dominios y criterios a la herramienta y, por otro, consensuar aquellos más relevantes y que fueran de interés para todos los agentes clave. Así, los criterios identificados no solo provienen de la revisión de la literatura, sino que han sido aprobados por los principales agentes, tales como, grupos focales, Health Consensus y talleres, destacan los autores del informe.
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