Telemedicina: avances y pendientes de una tendencia que vino para quedarse
La irrupción del SARS CoV 2 aceleró y reglamentó un proceso que ya muchas instituciones y profesionales de la salud habían comenzado a implementar, pero de manera parcial: la atención médica virtual
De hecho, expertos de Frost & Sullivan creen que la pandemia continuará “remodelando” el concepto de atención médica y abrirá grandes oportunidades para la atención virtual en un futuro cercano y pronostica un crecimiento de hasta siete veces en telesalud para 2025 a nivel global.
Sergio Richter, CTO & Business Developer de CITES, Early Stage Venture Capital & High Tech Incubator del Grupo Sancor Seguros, postula: “Si bien no se puede hablar de impacto positivo de COVID-19 en término generales en el 2020, sí se pueden ver tendencias a crear nuevos caminos para experimentar una mejor atención a la salud”.
El Covid-19 golpeó a la mayoría de las instituciones interrumpiendo casi todos los aspectos de las operaciones. Al punto que algunos servicios, como cuidados intensivos y pruebas de diagnóstico, fueron desbordados. Otros fueron cerrados al suspender los procedimientos electivos. Esto obligó a adaptarse a las organizaciones, que reasignaron o volvieron a capacitar al personal, hicieron la transición a operaciones remotas e implementaron herramientas para permitir la continuidad operativa. Otras sufrieron, abrumadas por desafíos clínicos, fallas administrativas y pérdidas financieras. Finalmente, todo esto evidenció la importancia de la virtualización y la agilidad como herramientas esenciales en la atención médica.
“Se aceleró así el uso de la telemedicina demostrando que realmente ésta puede funcionar y ser útil para todos los pacientes“, plantea Richter. “Se evidenció que las personas pueden manejarse con la tecnología y pueden usar correctamente soluciones de telesalud, tanto en poblaciones jóvenes como mayores. A esto se suma que en general los nuevos profesionales de la salud que ingresan a la fuerza laboral están listos y dispuestos a derribar las barreras para el uso de la tecnología para la atención al paciente. Y todo esto es un paso esencial en la dirección de impulsar el acceso y la equidad para las personas que pueden no tener acceso al tratamiento, proporcionando una alternativa positiva para muchas personas que quizás no puedan visitar los centros de atención médica”.
Para la doctora Silvia Morales, especialista en Clínica Médica de DIM Centros de Salud y Directora Médica de DIM Rivadavia, Ramos Mejía, la telemedicina es un gran avance. “Una mayor cantidad de usuarios han tenido contacto con ella y se ha podido, por necesidad, mejorar la comunicación tanto sea del profesional, como del paciente”.
Fue justamente el contexto el que “forzó” para contar con una ley que le dé el marco necesario “como un ámbito científico, de intercambio entre el médico y el paciente”, agrega Morales.
Por su parte, el doctor Fernando Giusio, Periodista Médico, Jefe Sección Oftalmología Legal y Ocupacional del Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires, comparte: “Dentro del servicio de oftalmología del Hospital Italiano hace varios años que trabajamos con telemedicina. De hecho, hace mucho tiempo que los médicos en general contestamos whatsapp y correos electrónicos, pero la pandemia aceleró el avance y el uso de estas herramientas a las que se sumaron las recetas digitales y las videollamadas para hacer consultas”.
“Al principio de la pandemia teníamos una plataforma muy básica con un centenar de atenciones mensuales. Cuando el Covid empezó a crecer, ese número se multiplicó por 150”, cuenta Facundo Trillo, CIO de la prepaga Medife. Con el correr de los meses incorporaron especialidades, consultas programadas, chequeos pos covid y especialidades como pediatria. “En el modelo tradicional podés tener demoras de hasta dos horas, mientras que con telemedicina logramos que la espera no supere el minuto o dos”, subraya.
Algo similar sucedió en Sancor Salud. “En enero y febrero del 2020, antes de la pandemia, registramos en nuestra App Salud en Línea 140 consultas virtuales. A partir de ese momento, cuando impactó en nuestra sociedad el Covid-19, los números fueron creciendo exponencialmente: cerramos mayo del 2021 con 14.417 videoconsultas médicas, alcanzando 114.000 contactos virtuales a lo largo de los años 2020 y 2021”, plantea Fernando Werlen, girector general del grupo.
“Lo digital vino para quedarse”, asegura Máximo Zimerman, de INECO. “En base a soluciones como la telerehabilitación, se están abriendo caminos para poder brindar una asistencia de calidad en regiones en las que el profesional no podía llegar, contribuyendo a generalizar y democratizar el estándar del tratamiento de rehabilitación de nuestros pacientes”.
BARRERAS POR DERRIBAR
Según Hernán Lasansky, CEO de ÜMA Health, plataforma digital de servicios médicos, hay varias barreras por trascender. “Si bien vemos que la pandemia aceleró este proceso, las empresas tecnológicas tenemos que hacer más esfuerzos para adaptar los productos y asistir a personas que no son nativas digitales”, sostiene. “Por encima de cierta edad -tanto a pacientes como a médicos- les cuesta un poco adoptar estos servicios. Una vez que prueban la plataforma, la adoptan, pero les cuesta más dar el primer paso”.
“Sólo 20% de los profesionales cobra este tipo de atención médica a sus pacientes, aunque 84% considera que debería cobrarlas y una proporción similar (88,7%) considera que aún existe una resistencia por parte del paciente a pagar por ellas”, informa Gastón Valverde, Director Médico de InnovaMed. “Actualmente, el problema es mayormente cultural, la consulta a distancia debe ser reposicionada y revalorizada, de la misma manera que ocurrió con la cuestión del teletrabajo, que antes de la pandemia tenía una percepción distinta a la actual y era menospreciada”.
La segunda barrera tiene que ver con los actores de la industria de la salud. “Tienen que entender que hay un cambio en el paradigma”, manifiesta el vocero de ÜMA Health. “Notamos que a la industria en general le cuesta adoptar esta metodología que aporta calidad y seguridad. Esta tecnología nos permite alcanzar mucha eficiencia, porque hay tiempos y costos que se ahorran”, asegura.
En esto último coindice Giusio. “Dentro de las sociales existe cierta resistencia por parte de algunos médicos, sobre todo los no tan jóvenes o con dificultades en el uso de la tecnología, al uso de una nueva herramienta como lo es la telemedicina, porque es ejercerla a través de una modalidad distinta”, aclara. Por eso mismo, sigue, “la educación en tecnología es vital para poder avanzar”.
Giusio también habla de las barreras económicas. “Está el tema de las obras sociales y coberturas médicas que tienen que cubrir esos costos. Y aquí vale aclarar que, a partir del último DNU las obras sociales y coberturas médicas estuvieron obligadas a cubrir este tipo de prácticas. Gracias a la presión que se hizo, se aprobó una nueva Ley de Telemedicina, la número 27.553, el año pasado, que es el marco legal a través del cual nos estamos manejando los médicos actualmente”.
Finalmente, hay cuestiones regulatorias. “En general, primero vienen los cambios y después las regulaciones. Si bien durante la pandemia se dieron algunas regulaciones de emergencia, hacen falta regulaciones de fondo que acompañen este proceso para que esta práctica se masifique y tenga su sustento regulatorio acorde”, sentencia Lasansky.
MATRICULACIÓN, UNA CUENTA PENDIENTE
La trazabilidad de la información se da de forma virtual porque si bien se utiliza la tecnología para digitalizar, esa información se mueve a través de los flujos de trabajo de la empresa permitiendo acceder de forma remota a la historia clínica de un paciente que está ubicado físicamente en otra geografía.
“Cuando un paciente ingresa con una patología a un centro de salud en muchos casos deberá realizarse varios estudios: análisis clínicos, diagnóstico por imágenes, entre otros”, explica Ariel Abrancato, Director de Cono Sur en Kodak Alaris. “Toda esa información debe poder concentrarse para que el profesional pueda acceder a ella de manera completa y emitir un diagnóstico, una conclusión. Para ello la utilización de nuevas tecnologías es crucial”.
En problema es que en Argentina la matriculación está regionalizada por colegios médicos. Esto impide a un profesional, si reside en Buenos Aires, por ejemplo, atender a un paciente en Chubut.
“En este punto hay mucho para trabajar aún desde lo legal, respecto a la matriculación de los profesionales actuantes y a la jurisdicción”, remarca Giusio.
“No nos permite teóricamente el poder articular, por ejemplo, el cuidado de otra persona en otra provincia o en otro distrito”, explica Morales. “Son desafíos que los colegios médicos tendrán que asumir y, de alguna manera, así como se ha globalizado el mundo para otras situaciones, tendríamos que globalizar este tema que básicamente es un tema administrativo porque en realidad todos tenemos los mismos requisitos de matriculación para ejercer y no es muy distinto de un distrito a otro”, sentencia la profesional.
La pandemia nos presentó desafíos de todo tipo, como sociedad fuimos encontrando distintas soluciones en salud que rompieron paradigmas no solo económicos, sino también profesionales. Y, claro está, que las estructuras jurídicas establecidas también sufren su parte. “En el contexto de pandemia actual, no hay médico ni jurista que ponga en duda la importancia de prestar servicios de salud en donde las poblaciones lo necesiten. Sin dudas, las nuevas soluciones requerirán nuevas respuestas por parte de las regulaciones“, postula Hernán Lasansky.
La transformación digital es hoy en día más una obligación que una opción; más una necesidad que una innovación. “En el contexto de pandemia en el que vivimos, toda institución de salud debería tener la capacidad de responder de forma rápida y precisa a las consultas y tratamientos en curso de sus pacientes y para ello es fundamental contar con herramientas tecnológicas que le permitan acceder a la información de forma descentralizada”, concluye Abrancato.
LAS APPS SE FORTALECEN EN PANDEMIA
La pandemia impuso un desafío especial al Grupo Galeno: debió ajustar todos sus procedimientos a la nueva realidad, sin que la calidad del servicio se viera resentida.
A través de la APP de Salud, hace dos años se lanzó la plataforma de consulta médica digital “Llamando al Doctor”, que ya estaba creciendo antes de la pandemia. A partir del Covid-19, la plataforma tuvo un crecimiento exponencial.
“Pasamos de tener 400 consultas mensuales, antes de la pandemia, a tener estos últimos días picos de hasta 3000 consultas diarias“, aseguran desde la empresa. “El año pasado existía aun cierto temor a utilizar tan masivamente estas herramientas digitales, pero hoy por hoy ya es sin dudas el canal de atención y gestión más elegido y valorado”.
Además, se pueden obtener recetas digitales, otro aspecto que creció significativamente en estos tiempos. Algo similar ocurrió con la gestión digital. Es notoria la gran adhesión de los clientes a resolver sus gestiones administrativas, como reintegros y autorizaciones. Hoy en día se gestionan más de 50.000 trámites on line por mes.
“Contamos con 300.000 usuarios en salud y cerca de 100.000 en la compañía de Seguros (entre asegurados y productores de seguros)”, dicen desde Galeno.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]