Sentar las bases de la telemedicina: una necesidad en la asistencia oncológica
La pandemia ha ejercido de catalizador para su progresiva incorporación en la atención del cáncer
La pandemia de COVID-19 incidió de pleno en la forma en la que se hacía la asistencia oncológica. El virus procedente de Wuhan pasó a eclipsar el resto de patologías, incluso el cáncer, que se ha visto afectado en gran medida por la llegada del SARS-CoV-2. Con el confinamiento y el riesgo añadido que ha supuesto su exposición ante los pacientes, las opciones telemáticas se presentaron como una alternativa para no perder comba ante una enfermedad que seguía precisando de una atención y seguimiento, impulsando también a este pasado 2020 como un año clave para la telemedicina.
Así lo narra Margarita Majem, oncóloga médica del Servicio de Oncología Médica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y vocal de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), quien apunta que, sobre todo durante la primera ola, se hizo todo lo posible para “facilitar acudir al hospital lo mínimo posible”. “Otra cosa que se hizo fue evitar que los pacientes que no tenían que hacer tratamiento endovenoso tuvieran que venir a recoger la medicación; se montó un sistema de envío a domicilio o a la farmacia más cercana del paciente”, añade.
Sin embargo, el margen de mejora para su implementación total sigue siendo amplio, por lo que en opinión de Majem, es importante sentar las bases de la telemedicina. Si bien el pasado curso ejerció de puerta de entrada de lo que está por venir, el presente año y los siguiente han de consolidar su expansión real, haciéndose cada vez más patente en oncología.
Tal y como apunta la experta, se espera que su presencia se extienda desde las visitas, hasta la recogida de síntomas y efectos secundarios, lo que vendrá apoyado también por una mejora de las herramientas disponibles. “El paciente va a tener esa opción de recogerlo de forma telemática y enviárnoslo a nosotros. Se van a diseñar probablemente sistemas para hacer consultas, videollamadas…”, desglosa la vocal de SEOM.
De esta manera, la conciliación y la mejora en la accesibilidad son dos de los claros beneficios que puede reportar la telemedicina, según Majem. Este último punto incidirá, en consecuencia, en el seguimiento como el principal área susceptible de cambiar en el abordaje del cáncer. Concretamente, “sobre todo en el seguimiento de los pacientes que hacen un determinado tratamiento o pacientes que están en seguimiento porque han tenido un tumor y se les van haciendo controles. Es donde más veo que puede impactar”.
Retos y desafíos
No obstante, su progresivo y constante desarrollo tiene también desafíos a los que hacer frente. Según apunta la oncóloga, el más importante radica en la regulación de la telemedicina, donde se parte de cero. “Tampoco nos podemos beneficiar de otras especialidades en las que se haya hecho porque no existe realmente mucha experiencia”, indica.
Asimismo, su protocolización es también uno de los retos de primer orden, vinculado estrechamente con la humanización de la teleasistencia oncológica. El objetivo es salvar la barrera de los pacientes de la percepción de esta “como una visita de segunda”.
“La finalidad es que los pacientes sigan teniendo la sensación de que tienen el mismo trato como el que les da el médico cuando van a un hospital”
“Tiene que haber una protocolización de los pasos que se tienen que ir siguiendo durante las visitas: llamar, presentarte, confirmar que la persona con la que hablas es el paciente y hacer la anamnesis como harías en las visitas presenciales. La finalidad es que sigan teniendo la sensación de que tienen el mismo trato como el que les da el médico cuando van a un hospital”, explica Majem.
Los planes de SEOM
Por su parte, desde SEOM se continúa velando porque el desarrollo de la telemedicina en oncología continúe de la mejor manera posible. En este sentido, la entidad ha creado un grupo de trabajo de telemedicina que se encuentra actualmente inmerso en dos proyectos. De un lado, un posicionamiento SEOM en telemedicina; de otro, un documento “más a futuro” de los retos y necesidades que vamos a tener en la telemedicina en oncología en los próximos años, con presencia de oncólogos y pacientes.
En otro orden, y también en el horizonte futuro, se encuentra el próximo congreso de la sociedad. Si bien en 2020 tuvieron que adaptarse a las circunstancias de la COVID-19, su resultado final fue de lo más exitoso, siendo la edición con mayor número de inscripciones. De cara a su nueva celebración, SEOM plantea un congreso a 5 días “con 4 secciones paralelas, con opción de pregrabar las presentaciones para que puedan consultarse a demanda una vez finalizado el evento”, apunta Majem.
Del mismo modo, la cita también se presenta con ánimo constructivo, buscando ofrecer más de aquello que se ha constatado que tenía una mayor aceptación en la modalidad virtual de congreso. A este respecto, la oncóloga adelanta la intención de la organización de incrementar el tiempo de los debates después de las presentaciones “para enriquecer la parte científica”.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]