El hospital del futuro: sostenible, digital y humanizado, con la experiencia del paciente como eje
El paciente es ya el eje de la atención sanitaria, y como tal el hospital del futuro deberá poder atenderle allá donde se encuentre
La idea de una atención más humanizada centra el abordaje del paciente en los hospitales actualmente. De esta forma, como ya en 2019 explicara Eduard Portella, presidente de Antares Consulting, el hospital se ha de adaptar a los retos para mejorar los resultados en salud, la experiencia de pacientes, familiares y profesionales, y su sostenibilidad.
Dentro de sus muros se están realizando estancias de acogida a los pacientes más vulnerables, como las que se establecen para recibir a los niños o adolescentes a los que se les realizará una intervención quirúrgica; habitaciones individuales y con los equipos de preparación para las embarazadas a punto de parir; jardines y espacios verdes para ayudar a la salud mental de pacientes psiquiátricos o incluso los que llevan más tiempo ingresados.
La digitalización permite apostar por la telemedicina y teleasistencia
Espacio dentro del hospital donde promover la interacción social, en conexión con la naturaleza y con el arte como actividad cotidiana, como establecía la propuesta española del premio Wolfson de Economía del concurso convocado en 2021 por la fundación privada “Policy Exchange” y el patrocinio de Simon Adam Wolfson en Reino Unido, para reunir las ideas sobre el hospital del futuro que mejore la experiencia del paciente, resultados clínicos, bienestar del personal, y la integración con los servicios sociosanitarios.
Pero si algo nos ha enseñado la Covid y dejó patente el ‘Hospital de Futuro’ de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en colaboración con la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (IMAS), la asistencia hospitalaria ahora también puede ser una atención que vaya hacia los pacientes y que amplíe la atención del hospital más allá de sus muros.
EL HOSPITAL FUERA DEL EDIFICIO
El nuevo modelo asistencial, centrado en las necesidades del paciente a lo largo de su proceso, implica una organización más matricial y en red, con menos compartimentos estancos, priorizando la asistencia ambulatoria y comunitaria. Con la Covid-19, tal y como explica la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en su idea de ‘Hospital de Futuro’, se han favorecido las rutas asistenciales de los pacientes entre urgencias, las salas de hospitalización, las unidades de cuidados intermedios o críticos y el seguimiento domiciliario, realizado desde el hospital o desde Atención Primaria, y se han implantado herramientas de asistencia compartida novedosas que facilita al mismo tiempo la experiencia al paciente.
A su vez, la digitalización permite apostar por la telemedicina y teleasistencia, así como el control domiciliario, clave para aquellos pacientes más vulnerables y con dificultad de movilidad. De esta forma, como ha reflejado la propia Covid, es posible mantener un control oximétrico, con videollamadas y entrevistas estructurales sin necesidad de desplazar al paciente, con un control de su situación las 24 horas del día sin que tenga que estar ingresado en el hospital.
Las innovaciones tecnológicas facilitarán el manejo comunitario y domiciliario de pacientes crónicos complejos, así como el seguimiento de pacientes con factores de riesgo elevado. Además, dichas innovaciones tenderán a reducir las estancias y “ambulatorizar” los procedimientos intervencionistas, lo que llevará una menor necesidad de camas de hospitalización convencional. Aun así, pese a los avances con la pandemia, todavía queda un gran camino para
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