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Estos son los 10 peligros tecnológicos para la salud que te depara 2022

Esta lista es una herramienta que los centros sanitarios pueden utilizar para gestionar los riesgos de forma eficiente y eficaz

[vc_row][vc_column][vc_column_text]En la era del auge de la telemedicina y con el ejemplo de la pandemia como reflejo del avance de la tecnología en el campo de la salud, un uso seguro requiere identificar las posibles fuentes de peligro o dificultades para minimizar la probabilidad de que se produzcan acontecimientos adversos derivados de la digitalización.

En esta línea, el pasado mes de enero, la organización sin fines de lucro ECRI publicó un informe de los 10 principales peligros de la tecnología de la salud para 2022En él, la organización pretende poner de manifiesto cómo podemos aprender de la pandemia y la necesidad de crear procesos más sólidos y resistentes, aprovechando las ventajas de la tecnología.

“Un incidente de seguridad cibernética podría amenazar los dispositivos médicos y los sistemas de datos conectados a la red”

“La lista no enumera necesariamente los problemas más frecuentes o los que se asocian a las consecuencias más graves; más bien, refleja nuestro juicio sobre qué riesgos deben ser prioritarios ahora”, apuntan los autores del informe. Esta lista es una herramienta que los centros sanitarios pueden utilizar para gestionar los riesgos de forma eficiente y eficaz.

Ataques a la ciberseguridad

Los ataques de ciberseguridad pueden interrumpir la prestación de servicios sanitarios, afectando a la seguridad de los pacientes. “La pregunta no es si una instalación determinada será atacada, sino cuándo”, sostienen los responsables de la lista.

En esta línea, apuntan que “un incidente de seguridad cibernética podría amenazar los dispositivos médicos y los sistemas de datos conectados a la red que se han vuelto esenciales para una atención segura y eficaz”.

“Las consecuencias pueden incluir la reprogramación de citas y cirugíasel desvío de vehículos de emergencia o el cierre de unidades de atención e incluso de organizaciones enteras, lo cual podría poner en riesgo a los pacientes”, manifiestan. Así que responder a estos riesgos requiere no solo un programa de seguridad sólido para evitar que los ataques lleguen a dispositivos y sistemas críticos, “sino también un plan para mantener la atención al paciente cuando lo hacen”, agregan.

Deficiencias en la cadena de suministro

Según el equipo de ECRI, la pandemia desató una tormenta perfecta para las cadenas de suministro de dispositivos médicos: una crisis de escala internacional con múltiples líneas de productos que repentinamente tuvieron una gran demanda. La vulnerabilidad de las cadenas de suministro, un problema que ya existía mucho antes de la pandemia, se debe a la falta de capacidad de producción.

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Foto: iStock.

“La falta de disponibilidad de los productos podría dar lugar a la incapacidad de tratar a los pacientes y proteger al personal, lo que podía llevar a una situación de emergencia”, añaden desde ECRI.

Bombas de infusión dañadas

ECRI asegura haber recibido informes de bombas de infusión dañadas que se utilizan durante la atención al paciente, lo que podría provocar peligros en la administración de medicamentos.

“Las bombas que funcionan incorrectamente pueden ser incapaces de regular adecuadamente el flujo de medicación, lo que lleva a una infusión excesiva o insuficiente de medicación o al cese completo de la administración de medicación. El personal clínico debe estar alerta a los signos de daño y saber cómo responder si se sospecha u observa daño”, denuncian en el informe.

Sin reservas de emergencia

Unas reservas de emergencia inadecuadas podrían interrumpir la atención al paciente durante una de salud pública. “Las reservas de emergencia, que son insuficientes para satisfacer las necesidades, pueden interrumpir la atención en caso de una emergencia sanitaria generalizada, una catástrofe natural u otra crisis, pudiendo perjudicar a los pacientes y al personal sanitario“, alertan.

Y añaden que “durante la pandemia, los suministros y equipos médicos en las reservas de emergencia locales, estatales y nacionales no siempre estuvieron listas”, y este tipo de deficiencias pueden comprometer la capacidad de las organizaciones sanitarias para prestar atención durante una crisis. En la medida de lo posible, las organizaciones deben trabajar en el desarrollo y, lo que es más importante, la gestión continua de una reserva de emergencia que pueda satisfacer mejor las necesidades de una futura crisis.

La telemedicina no sustituye al médico

A pesar de que los programas de telemedicina resultaron valiosos durante la pandemia, algunos centros y cuidadores ahora sienten la presión de seguir usando esos programas. Por este motivo, se deben abordar los factores que podrían conducir a malos resultados, “tanto para los pacientes (como diagnósticos erróneos o retrasos en la atención) como para los proveedores (como la sobrecarga cognitiva o el agotamiento del médico)”, escribieron.

Incumplimiento de las buenas prácticas

El incumplimiento de las buenas prácticas de las bombas de jeringa puede provocar errores en la administración de la medicación. Proporcionan un suministro de fluidos altamente preciso y un flujo consistente para pequeños volúmenes (≤60 ml) de agentes farmacológicos. “Sin embargo, persisten ideas erróneas sobre las prácticas necesarias para administrar con precisión flujos bajos dentro de las limitaciones de la tecnología. Pueden producirse tanto sobreinfusiones como infrainfusiones”, denuncian.

Las principales recomendaciones son: adoptar concentraciones estandarizadas de fármacos que permitan flujos razonables para todos los pacientes y reducir el retraso utilizando de la bomba en lugar de cebar manualmente la administración.

La inteligencia artificial puede distorsionar imágenes

La IA está reemplazando con más frecuencia los algoritmos estándar empleados para reconstruir imágenes de pruebas como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. “Si bien puede optimizar la calidad y la velocidad, también tiene posibles inestabilidades y limitaciones”, señalaron los autores.

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Foto: iStock.

Y añaden: “Pequeñas desviaciones durante la captura de imágenes pueden dar lugar a situaciones en las que se podría oscurecer un tumor, o causar una alteración sutil, o desenfoque de las características del mismo, lo que dificultaría la interpretación diagnóstica. Los proveedores deben ser muy conscientes de las limitaciones y la aplicabilidad de la tecnología para sus pacientes antes de usarla para la obtención de imágenes”, dijeron los autores.

Esterilizar los duodenoscopios

Una encuesta realizada en 2021 por el ECRI entre el personal sanitario que realiza habitualmente el reprocesamiento de duodenoscopios, es decir, la limpieza y desinfección (o esterilización), identificó varios riesgos significativos para la seguridad de los pacientes y los trabajadores. La corrección de estos problemas requiere que los centros examinen detenidamente sus tareas, los espacios y las superficies de trabajo, y los tiempos de reprocesamiento de duodenoscopios, así como reevaluar el uso de duodenoscopios reutilizables.

Batas desechables

Las batas desechables con insuficiente protección de barrera ponen en riesgo a los usuarios. Los errores de selección del producto y los defectos de fabricación de las batas pueden no proteger adecuadamente al usuario de los fluidos corporales y otras sustancias potencialmente sustancias nocivas. “Los usuarios de las batas pueden correr el riesgo de contaminación cruzada si compran y usan el tipo de bata equivocado o si la bata no proporciona el nivel de protección que se reclama”, aseguran.

Cortes de wifi

Un número cada vez mayor de dispositivos médicos depende de las redes inalámbricas de las instalaciones. La comunicación inalámbrica se ha vuelto esencial para tareas como la transmisión de alarmas clínicas a los teléfonos de las enfermeras, el acceso a registros de salud electrónicos y la actualización de bibliotecas de medicamentos en bombas de infusión.

Por eso, los fallos pueden interrumpir el flujo de trabajo, lo que retrasa la atención del paciente y pueden causar lesiones graves o la muerte si no se reciben alertas críticas, indicaron los autores. Los riesgos se pueden reducir manteniendo activamente los sistemas wifi, asignando cuidadosamente el ancho de banda y monitoreando las redes de forma continua.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Source
https://mail.google.com/

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