La telemedicina es beneficiosa y rentable, pero no es para todos: es necesario parcelarla
Diversos estudios concluyen que es una herramienta positiva para solventar un sistema saturado, pero unos pacientes se benefician más que otros.
IV SIMPOSIO DEL OBSERVATORIO DE LA SANIDAD
Los cambios que necesita la sanidad actual
Si la pandemia impulsó la telemedicina hasta donde debería haber estado desde hace tiempo, está claro que llegó —por fin— para quedarse. Sus resultados son notables, los pacientes (incluso los mayores) la valoran positivamente y permite grandes ahorros. Eso sí, es necesario saber qué pacientes y procesos pueden beneficiarse y quiénes no.
Es una de las conclusiones a las que han llegado las ponentes de la mesa redonda ‘E-health: terapias, telemedicina, eficiencia y gestión asistencial’, enmarcada en el IV Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.
“Los resultados en salud son muy similares a cuando estamos teniendo una asistencia en directo, según varios estudios”, ha explicado Aroa Vivanco, Technology Solution Sales Manager de Relyens en España.
Pero “hay que tener cuidado: por ejemplo, en el caso de los pacientes de ictus, los resultados fueron negativos”, ha afirmado. “La telemedicina no es para todos, es muy importante parcelar”.
Vivanco ha recordado que un estudio realizado en 2020 en Alemania concluyó que, tras implantar diferentes soluciones tecnológicas, el impacto económico fue de 38.000 millones, “de los que 8.000 estaban relacionados con la telemedicina y el seguimiento remoto”.
Alma Fernández, directora médica de Mapfre Savia, ha valorado su capacidad para permitir un acceso ampliado a un cuadro médico no limitado geográficamente y, sobre todo, para desaturar el sistema sanitario.
“La videoconsulta en urgencias se ha multiplicado por 10 en dos años”, ha apuntado. Además, “el 60% no genera una consulta presencial ulterior, es decir, se resuelve el motivo de la urgencia en la misma videoconsulta”.
A este respecto, Tania Menéndez, Digital Transformation officer del Grupo Sanitario Ribera, ha incidido en que la telemedicina es mucho más que la videoconsulta. “Tiene que venir acompañada de un proceso”, un circuito asistencial bien diseñado que guíe al paciente, ya que este “no quiere un diagnóstico sino una solución”.
Por eso, ve esencial definir en qué momento la telemedicina puede aportar más valor: “Cuándo, cómo y para qué. En consultas sucesivas aporta mucho valor: el paciente evita desplazamientos, está seguido a distancia a través de herramientas de monitorización continua… Pero en otros casos no es suficiente, hay que complementarla con pruebas, consultas presenciales, etc.” E incide: “Ha venido para quedarse pero no en todos los casos”.
El paciente no es el único interesado en estos nuevos formatos digitales de asistencia. Tania Menéndez ha explicado que los médicos ya comienzan a sentir curiosidad por formarse en “tareas que puedan apoyar su práctica clínica”.
A este respecto, ha incidido en que la e-Health tiene que estar muy aplicada a la realidad asistencial. “La mejor forma de hacerlo es trabajar en proyectos con equipos multidisciplinares, en colaboración con los profesionales sanitarios y los proveedores tecnológicos”.
Las invitadas a la mesa sobre e-Health no han olvidado la temida brecha asistencial, tanto entre los pacientes como entre los profesionales. “Existe y va a seguir existiendo”, ha afirmado Aroa Vivanco.
Sin embargo, se muestra optimista.”España es el quinto país europeo en transformación digital en el ámbito sanitario —el primero es Estonia—, hay una brecha digital pero el país… No es que tengamos una madurez perfecta pero estamos avanzando mucho”.
Alma Fernández ha sostenido que la formación de profesionales en el uso eficiente de la tecnología es algo crucial. “La adopción de la tecnología digital no siempre es fácil, conviene que las empresas apostemos por una formación de carácter terapéutico y tecnológico”.
Sobre la brecha digital, ha recordado la necesidad de trabajar en la accesibilidad, sobre todo para los pacientes vulnerables, “que no son precisamente los más digitales”.
La directora médica de Mapfre Savia (la plataforma de telemedicina de la aseguradora) ha explicado cómo han utilizado los fondos Next Generation que recibieron hace un año para ofrecer un “kit digital” a los médicos para que puedan montar su consulta desde donde quieran.
“Es una plataforma tremendamente intuitiva, que no solo ofrece videoconsulta sino también chat, la posibilidad de compartir documentos y extender recetas electrónicas etc.”
Más allá de la telemedicina, las tres ponentes han señalado la utilidad de la e-Health con proyectos en los que están trabajando: desde la gestión del seguro de responsabilidad civil (obligatorio en los médicos) hasta el uso de inteligencia artificial para evaluar la evolución de patologías dermatológicas, pasando por proyectos de gestión integral de la salud en mayores para los cuidadores desde una app.