Los alcances de la telemedicina en UC CHRISTUS
El 3 de marzo de 2020 se confirmó el primer caso de COVID-19 en Chile. No pasó mucho tiempo para que los contagios subieran a nivel nacional. En este escenario, mientras se iniciaban las cuarentenas totales en algunas comunas de Chile, el miedo a exponerse a contagios crecía y las clínicas y hospitales se enfocaban en atender las emergencias respiratorias ocasionadas por la pandemia. De esta forma, las consultas médicas por otras patologías bajaron de manera alarmante: hasta 74% en la semana del 6 de abril, con respecto al mismo periodo del año anterior, según cifras de IMED.
Fue así como el concepto de Telemedicina, que enlaza por videollamada a un especialista con su paciente, se instaló de manera definitiva en nuestro país, creciendo de manera exponencial en 2020. Así lo confirman las cifras de la Superintendencia de Salud: “En marzo de 2020 el número de consultas vía remota llegaba a 1.883, pero el período contemplado entre marzo y octubre de 2020 acumuló 198.854 atenciones”.
Así ocurrió con el programa de telemedicina del Centro Médico Virtual UC CHRISTUS, que llegó a hacer hasta 18 mil consultas médicas a distancia entre julio y agosto de 2020. “Antes de la pandemia esa cifra alcanzaba las 20 o 30 mensuales, pero hoy día atendemos cerca de 10 mil consultas mensuales”, asegura Sebastián Valderrama, director del Centro Médico Virtual UC CHRISTUS.
Entre los beneficios de una atención médica online, además de prevenir los contagios de COVID-19, están mitigar los problemas de transporte, acercar las prestaciones de salud de calidad a las comunidades rurales, disminuir los tiempos de espera y los costos médicos. De hecho, el Programa de Telemedicina comenzó su piloto de segunda opinión médica de telemedicina en 2019, con la idea de atender a los pacientes de regiones e incluso internacionales.
“La pandemia nos pilló relativamente bien preparados ya que estábamos sumando nuevas especialidades de adultos y niños, y a diferencia de otros prestadores. Siempre apostamos por médicos especialistas para mantener la continuidad de las atenciones de salud, tales como: oncólogos, psiquiatras, gastroenterólogos, cardiólogos y pediatras entre otros “, explica el facultativo.
El profesional asegura que ha sido un aprendizaje tanto para los pacientes como para los médicos y prestadores. “Partimos solo con cirugía digestiva y medicina interna. Eso nos permitió aprender sobre emitir recetas, indicar tratamientos y emitir informes médicos, así como nuevas formas de examinar a distancia. También hemos aprendido sobre protocolos de atención y derivación, que, si bien en el mundo presencial son muy fáciles, en el mundo virtual es necesario generar esta red de derivación, porque algunos pacientes hay que derivarlos a atención presencial”, dice Valderrama.
Y si de desafíos se trata, el médico cuenta que uno de ellos fue la incorporación de los profesionales al sistema de atención online. “Pasamos de solo 15 profesionales que tenían esa experiencia a 500. Pero lo más importante es que estamos convencidos de que esto llegó para quedarse, tanto desde el punto de vista normativo como universitario, donde tenemos la obligación de formar a nuestros egresados de pre y postgrado en estas materias. Yo también soy profesor, y estoy convencido de que todo el contenido de salud digital hay que entregárselo a todo el personal de salud, tanto a los futuros médicos, enfermeras, kinesiólogos, etc.”, comenta.
A futuro, el plan del Centro Médico Virtual es seguir creciendo, sumando médicos e integrando cada vez más programas específicos de atención, que, si bien no sea un reemplazo de la atención presencial, sea un modelo híbrido. “Una forma de atenderse distinta, en la que las personas se atiendan tanto de manera presencial y como de manera virtual, dependiendo de la condición del paciente”, enfatiza el facultativo.
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