El Sergas facilitará a las cárceles gallegas el acceso al historial clínico de los presos y a la telemedicina
Hasta ahora, si una persona ingresaba en una prisión gallega un viernes por la tarde, los sanitarios del servicio penitenciario no tenían forma de contrastar sus pautas y necesidades de tratamiento ni la medicación que tenía prescrita por su médico de cabecera hasta la reapertura de los centros de salud. A partir de ahora, el personal facultativo de los centros penitenciarios podrá acceder al sistema informatizado del Sergas para ver el historial clínico de los reclusos siempre que lo necesite.
La medida permitirá que cerca de tres mil reclusos gallegos que pertenecen al servicio público de salud (en estos momentos, 2.800) y que están en cárceles de la comunidad autónoma puedan recibir una atención sanitaria con más garantías desde el minuto cero de su ingreso en prisión. Así lo destacaba Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones Penitenciaras, tras firmar un convenio este lunes junto con el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. El titular de la sanidad gallega recordó que el acceso a esta información del sistema público se circunscribirá a las personas que en cada momento están en situación de privación de libertad y que se ajustará a los preceptos en vigor en cuanto a las leyes de protección de datos y privacidad.
Este intercambio de información será en los dos sentidos, ya que el acuerdo contempla también que el Sergas tenga conocimiento de todas las actuaciones médicas que se han realizado con esas personas mientras estuvieron cumpliendo su condena.
Pero no son los únicos cambios que incluye el acuerdo. La posibilidad de acceder al servicio de teleasistencia y a interconsultas, evitar desplazamientos desde la prisión al hospital de referencia para recoger los resultados de pruebas diagnósticas o abrir un canal de formación bidireccional para los profesionales sanitarios son otros de los puntos que se contemplan en el convenio. Este último aspecto facilitará que médicos, farmacéuticos y enfermeros puedan hacer rotaciones en los centros penitenciarios y que los sanitarios que trabajan en esas instituciones puedan participar en los planes formativos que organiza la Consellería de Sanidade. El acuerdo, que fue calificado por Ángel Luis Ortiz, como «un ejemplo de colaboración y cooperación entre administraciones», convierte a Galicia en la segunda autonomía en poner en marcha un plan de estas características en España tras Aragón.
La firma de este convenio, en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) sirvió también para confirmar que la actual Unidad de Custodia, en la que se ubica a los presos ourensanos cuanto necesitan un ingreso hospitalario —son cuatro habitaciones en condiciones especiales de seguridad en una zona de acceso restringido— tendrá un espacio definitivo en el nuevo edificio de hospitalización que se va a construir.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]