Los límites de la telemedicina
Aunque la teleconsulta médica trae consigo numerosos beneficios, los profesionales recuerdan que no todas las visitas son susceptibles de hacerse en remoto
La teleconsulta va en aumento y, según señalan los expertos, ha llegado para quedarse. Un estudio elaborado por Inentum –compañía líder europea en servicios y soluciones digitales– prevé que en 2023 el 75% de los pacientes utilizarán esta herramienta. Aun así, los profesionales del sector recuerdan que la telemedicina tiene límites y que no todas las visitas son susceptibles de hacerse en remoto.
No siempre es adecuado
Mireia Sans, médico de familia, directora asistencial del CAP Comte Borrell-CAPSBE y presidenta de la Sección Colegial de Médicos e-salud del Colegio de Médicos de Barcelona, explica a Crónica Global que la telemedicina “no es para todo”. “Debemos tener claro para qué situaciones es adecuada y para cuáles no”, señala.
Aunque las nuevas tecnologías resultan ser un instrumento muy útil, Sans recuerda que hay visitas que deberían ser claramente presenciales “como son todas aquellas en las que tenemos que informar de una situación sensible o un mal pronóstico“. Pero también “primeras visitas; consultas que requieren exploración física; cuando el paciente presenta signos de alarma o, por supuesto, cuando existan dificultades de comunicación o comprensión”.
Ante la necesidad de plantear el uso de esta nueva herramienta en el día a día del ámbito asistencial –más allá de su empleo en el caso excepcional de una pandemia–, el Colegio de Médicos de Barcelona ha elaborado un Cuaderno de la Buena Praxis dedicado exclusivamente a la telemedicina, con el objetivo de orientar a los profesionales a la hora de incorporarla de una manera prudente y segura.
En este sentido, el colegio profesional emplaza a los médicos a fijar los límites en el uso de sistemas telemáticos para la atención a pacientes y pone de manifiesto la necesidad de cumplir siempre con sus obligaciones deontológicas. “El objetivo de la telemedicina no es sustituir el modelo tradicional ni el acto presencial, sino facilitar instrumentos de relación y comunicación en beneficio de los participantes en la relación asistencial” remarca.
Numerosos beneficios
Aunque el documento deja claro que la simple existencia de herramientas de comunicación a distancia “no justifica su utilización”, sí lista las numerosas ventajas que trae consigo el uso de la telemedicina. Entre otras muchas, destaca que la teleconsulta facilita la equidad en el acceso a los servicios asistencial, independientemente de la localización geográfica del paciente.
También permite el seguimiento en remoto de pacientes, reduce el numero de derivaciones médicas, evita desplazamientos, acorta el tiempo de espera, previene el riesgo de contagio y facilita la atención de quienes tienen dificultad de desplazamiento.
Resistencia al cambio
La aparición de nuevas tecnologías siempre trae consigo resistencia al cambio. Cristian Pascual, presidente del Barcelona Health Hub –la primera asociación tecnológica de la ciudad que une a grandes corporaciones, startups e inversores para impulsar proyectos de innovación en el ámbito de la salud digital–, recuerda que algunos médicos, como en todos los sectores, “tienen una cierta resistencia a evolucionar”. “Pero una vez lo ponen en práctica, ven las ventajas y cambian de idea”.
Coincide con él la doctora Sans, quien asegura que la pandemia obligó a todos a adaptarse a las nuevas tecnologías más rápido de la normal. Tanto los profesionales como los pacientes. Aun así, concluye, la gente “se está subiendo al carro de la telemedicina”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]