Telemedicina: cómo es el dispositivo que acerca especialistas a la Antártida
Pacientes ubicados en áreas alejadas -como minas, zonas rurales o pozos petroleros- pueden contar ahora con un dispositivo para atenderse en forma remota por médicos de diferentes especialidades.
Tania Acosta es médica y la primera mujer que invernó en la base antártica San Martín, ubicada debajo del círculo polar antártico. Veinte personas viven allí durante todo el año: personas que naturalmente necesitan tener un buen estado de salud, y con esa mira llevar adelante sus correspondientes controles médicos.
“Es importante saber que, a pesar de la lejanía, la gente está bajo supervisión médica no solo del profesional de la base, sino que se pueden realizar interconsultas con especialistas del continente. ¿Cómo se logra eso? Gracias a la tecnología”, explica explica la Capitán Médica Soledad Rivero, cardióloga, Jefe de división sanidad del comando conjunto antártico y revela que en San Martín cuentan con un Centro de Diagnóstico Móvil (CDM) que la firma de soluciones tecnológicas Exo desarrolló junto a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.
¿Qué hace exactamente el CDM de Exo? El equipo de estructura liviana y pequeña está pensado para estudiar al paciente de manera local, almacenar los resultados que obtiene de una forma segura, sincronizarlos con la nube y transmitirlos remotamente al médico especialista. Su uso es muy sencillo, y de hecho puede ser operado por agentes sanitarios y enfermeros.
Llegar a donde antes no era posible
El interés que el dispositivo está despertando entre agentes sanitarios radica en su capacidad para brindar una solución inmediata y económica a la escasez de profesionales de la salud en determinados ámbitos.
Hablamos de la Antártida pero también de otros sitios remotos como minas, pozos de petróleo, bases militares, barcos, aviones, zonas de emergencia, o rurales, o pueblos, o incluso áreas urbanas donde los especialistas médicos escasean. Porque son muchos los lugares donde los profesionales de la salud y el equipamiento médico no alcanzan a cubrir las necesidades de la población.
Es que los especialistas -por caso cardiólogos, o neumonólogos – suelen estar radicados en las ciudades grandes, y si quieren ser atendidos los habitantes de zonas alejadas tienen que moverse grandes distancias. Ese traslado puede generar riesgos para la salud del paciente, impedir la atención temprana y también aumentar los costos. Conclusión: las distancias sí resultan un impedimento para una atención médica óptima.
El CDM de Exo responde justamente a los nuevos imperativos de la asistencia médica remota. “El equipo nos facilita la tarea asistencial de todos los días”, precisa Acosta. “Realizamos controles de rutina y relevamiento de signos vitales, lo que se puede hacer con mucha rapidez y en forma práctica. Cuantas más herramientas tengamos para seguir a los pacientes, mejor va a ser su abordaje”, explica la médica. Por su parte, Rivero detalla que las bases Belgrano II, Orcadas, Esperanza (la única con familias), Marambio (la más poblada) y el buque rompehielos Almirante Irízar cuentan también con sus CDM que incluso pueden usarse al aire libre y fuera del consultorio, lo que resulta especialmente valioso durante los trabajos de campo.
Cuando el tiempo es esencial
Son muchas las patologías donde la respuesta inmediata resulta vital, tal vez el ejemplo más emblemático sean los infartos agudos de miocardio: la emergencia médica que produce mayor mortalidad y discapacidad en el mundo. Un cuarto de los pacientes con infarto de miocardio mueren, el 50 por ciento en la primera hora. Entre las causas aparecen las demoras en los traslados desde domicilio o entre centros.
En estos casos el CDM, que cuenta con un procesador Intel Celeron N3450, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. El equipo resulta muy fácil de usar y no solo realiza la medición, sino que además transmite desde cualquier ubicación los parámetros biológicos del paciente: desde electrocardiograma de 12 derivaciones hasta frecuencia cardíaca, pasando por frecuencia respiratoria, presión arterial no invasiva, saturación de oxígeno y temperatura. La transmisión se realiza a través de redes inalámbricas como wi-fi, 3G, 4G e incluso satelital. Además no solo es inalámbrico.
El médico especialista puede ver o compartir los estudios desde cualquier dispositivo, en cualquier ubicación y en cualquier momento. También es posible tener con él una videollamada integrada, sin importar la distancia ni la ubicación. Sucede que este contacto no solo facilita el diagnóstico, sino que también brinda contención al operador que está junto al paciente, con el que puede interactuar para detectar cuestiones como su semblante o color de piel.
En el extremo receptor (así hablemos del centro sanitario o del médico especialista) solo hace falta un smartphone o computadora con requisitos estándar de conectividad. Los estudios pueden ser compartidos con el médico en tiempo real o almacenados en forma segura -encriptada y con firma digital- para su posterior diagnóstico, preservando siempre los datos confidenciales del paciente.
Durante un eventual traslado de emergencia el centro de atención médica puede recibir los parámetros vitales del paciente antes de que llegue, lo que acelera su recepción y atención. Además el CDM puede integrar el uso de los espirómetros Medikro para realizar una completa evaluación de la función pulmonar.
Facilitando la medicina de especialidad
Por razones más que conocidas la telemedicina está hoy en boca de todos, pero en realidad hablamos de desarrollo de larga data con un trasfondo tecnológico impresionante: solo en Exo es posible encontrar avances como un módulo de enfermería móvil, monitores portátiles de electrocardiogramas y espirómetros móviles, además de ser distribuidores de una de las principales marcas de sistemas de espirometría del mundo.
La meta es llevar la medicina de especialidad a lugares rurales, pequeños pueblos o áreas que tal vez están a 200 kilómetros de la Capital, pero donde así y todo el acceso a un especialista médico puede resultar complicado.
“El año pasado vimos cómo los profesionales de la salud se reconvirtieron al sistema de salud digital en muy poco tiempo. Hoy somos testigos de que es un éxito”, señala Rivero. Y concluye: “se trata de otra forma de garantizar la atención médica especializada a lugares tan alejados e inhóspitos como la Antártida argentina”.
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